Gastos deducibles por el alquiler de una vivienda para el propietario

Si tienes un inmueble arrendado, ya sabes que esto tiene consecuencias fiscales, por eso es tan importante conocer los gastos deducibles del alquiler. Para que cuando llegue el momento de presentar la declaración de la Renta no te lleves una sorpresa desagradable.

Tener una vivienda alquilada implica la obtención de ganancias, pero también supone hacer una inversión en pago de impuestos asociados al inmueble, reparaciones, y otros gastos necesarios. Esto lo tiene en cuenta Hacienda y de ahí que podamos hablar de gastos deducibles por alquiler de vivienda.

Cómo tributa el arrendamiento de una vivienda

Si quieres saber qué gastos son deducibles en el alquiler de una vivienda en Terrassa, localidad en la que el mercado del arrendamiento está al alza, primero debe quedarte claro qué impuestos vas a tener que pagar por el hecho de actuar como casero de un inmueble.

A través de la declaración de la renta informamos al Fisco del dinero que ingresamos, sin importar si este procede de nuestro trabajo, de inversiones, o del alquiler de una casa.

En el caso concreto de los ingresos procedentes del alquiler, estos se declaran en la casilla 0102. En ella debes consignar la cantidad total que hayas recibido por el arrendamiento en el ejercicio fiscal que corresponda.

A continuación, vas a ver otras casillas en las que sí puedes hacer referencia a los gastos deducibles del alquiler.

La importancia de los gastos deducibles por arrendamiento de vivienda

Si se trata de un tema tan importante es porque puede ayudarte a pagar menos impuestos. La existencia de estos gastos hace que la ganancia real obtenida por el arrendamiento sea menor a la que has registrado en la casilla 0102.

Al reducir esa ganancia, también reduces la cantidad que te corresponderá abonar en concepto de IRPF.

Cuáles son los gastos deducibles por el alquiler de una vivienda para el propietario

Al final el contribuyente no paga impuestos por los ingresos íntegros procedentes del alquiler, sino por los rendimientos netos, que son el resultado de restarle a los ingresos íntegros los gastos deducibles. Ahora bien, ¿cuáles son esos gastos?

La norma general dice que el arrendador se puede deducir cualquier gasto en el que haya tenido que incurrir para alquilar la vivienda, pero esta es una apreciación muy genérica, así que vamos a ver algunos gastos concretos que se pueden deducir.

Intereses de la hipoteca

Si sobre la casa que tienes alquilada pesa una hipoteca, puedes desgravarte todos los intereses y comisiones asociados al pago del préstamo.

Dado que esta información es facilitada por los bancos a la Agencia Tributaria, lo normal es que la misma ya aparezca registrada en el borrador. La verás en la casilla 0104.

Lo que no se puede desgravar en ningún caso son las cantidades pagadas en concepto de principal. La cantidad de dinero que le devuelves al banco mes a mes.

Gastos de conservación y reparación

Como propietario de un inmueble alquilado te corresponde la obligación de llevar a cabo las obras de conservación y reparación que sean necesarias para que la casa pueda seguir sirviendo como morada.

Por ello, la ley permite la desgravación de los gastos de conservación y reparación. El problema en este caso es que la Agencia Tributaria es estricta a la hora de lo que se entiende por gastos de este tipo.

Hacienda tiene un criterio claro: las cantidades destinadas a la ampliación o reparación de los bienes son mejoras, y por ello no se pueden desgravar.

Impuestos asociados al inmueble

La propiedad de una vivienda conlleva la obligación de pagar una serie de impuestos, y tasas. Entre ellos el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o la tasa de basuras. Todos los gastos de este tipo se pueden consignar en la casilla 0115 (apartado C) y son desgravables.

Dinero debido por el inquilino

Si tienes la mala suerte de que tu arrendatario te ha dejado a deber ciertas cantidades, puedes hacerlo constar en tu declaración de la renta y deducirte esas cantidades. Pero para que esto sea posible es necesario que el deudor esté en concurso o que hayan pasado más de seis meses desde que intentases cobrar la deuda.

En caso de que la deuda sea saldada a posteriori, esa cantidad se computará como ingreso en la renta del año siguiente.

Gastos de formalización del contrato

La relación entre arrendador y arrendatario suele desarrollarse de mejor manera cuando hay un contrato escrito que establece claramente los derechos y obligaciones de cada parte. Contrato que es recomendable que esté redactado por profesionales del alquiler como nosotros.

Los gastos asociados a la firma del contrato, e incluso los gastos de defensa jurídica si llega a surgir un conflicto entre casero e inquilino, son desgravables.

Y estos son solo algunos ejemplos. Existen otros gastos deducibles del alquiler como los gastos de suministros, el seguro de hogar, la amortización de bienes muebles y la amortización de la vivienda, que conviene que registres en tu declaración de la renta si quieres que el resultado sea lo más beneficioso posible para ti. No te dejes ninguno y consigue el máximo ahorro fiscal.

Nuestra empresa está especializada en la gestión del alquiler y gestión de viviendas, estamos a su disposición para cualquier información o asesoramiento en el ámbito de administración de alquileres.

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