Qué hacer ante el impago del alquiler
El alquiler de inmuebles en propiedad es una de las opciones de inversión más interesantes y utilizadas por particulares y empresas en todo el mundo, ya que ofrece grandes rentabilidades a largo plazo, además de poder contar con la vivienda cuando no haya ningún inquilino ocupándola. Sin embargo, en ocasiones puede que los propietarios se enfrenten a alguna situación donde haya un impago del alquiler, algo muy desagradable y que debe solucionarse de la manera adecuada para evitar problemas mayores.
Impago de alquiler: ¿Qué hacer si no lo pagan?
Si te preguntas cómo saber si un inquilino es moroso, primero debes comprobar la cuantía que corresponde a su deuda y asegurarte de que no existe ningún tipo de retraso en el pago, es decir, que realmente hay un impago. Cuando nos aseguramos al 100 % de que el inquilino no ha cumplido con su obligación, debemos empezar a tomar medidas. En primer lugar, tenemos que ponernos en contacto con el inquilino, siempre buscando una solución amistosa que lleve el problema a más. En este paso, te recomendamos proponer dos soluciones:
- Realizar un acuerdo mutuo en el que se termine el contrato y se deje de generar deuda por parte del inquilino, y dejando de devolver la fianza para recuperar la cuota impagada.
- Pactar un aplazamiento del pago para facilitar la situación al inquilino, estableciendo, en este momento, los importes y las fechas de cada uno de los pagos.
En caso de que identifiquemos evasivas por parte del inquilino y no coja el teléfono, hay que enviarle un burofax con acuse de recibo, en el que incluyamos información importante: importe de la deuda, forma de pago, solicitud de pago y fecha. Además, también tendríamos que incluir un aviso para tomar medidas legales si sigue el impago. Es importante saber qué hacer en impago de alquiler para garantizar la recuperación de la vivienda y de los cobros pendientes de pago.
Pasado este punto, si seguimos sin respuesta, tendremos que acudir a un profesional especializado, y presentar una demanda de desahucio si no conseguimos un acuerdo amistoso con el inquilino. Siempre es preferible llegar a un acuerdo antes de entrar en un proceso judicial, pero hay casos donde el deudor no cede y nos veremos obligados a poner la demanda.
En muchos de los casos no llega a haber juicio, ya que el inquilino debería oponerse a la demanda para ello, y no suelen hacerlo, ya que no tienen la razón. Sin embargo, esto puede ocurrir, y tendremos que enfrentarnos a la sentencia de un juez. Si obtenemos la razón y ganamos el juicio, se iniciará un proceso de desahucio o lanzamiento del inquilino, en el cual nos devolverán la posesión de la vivienda. Para ello, acudirá un procurador y personal de juzgado, con el fin de levantar un acta y dejar constancia de lo ocurrido, además de la situación en la que se encuentra el inmueble.
Para reclamar la deuda, se tendrá que presentar una demanda ejecutiva que solicite el embargo de los bienes del inquilino, con el fin de recuperar toda la deuda que este no ha querido pagar. Si hemos ganado la demanda inicial, no tendremos problemas y el inquilino se verá obligado a responder por sus impagos, recuperando el dinero perdido.
Cómo evitar impagos de alquiler en próximas ocasiones
Lamentablemente, en ninguno de los contratos de alquiler tendremos una seguridad al 100 % que nos garantice el pago de todas las cuotas mensuales de la renta. Pueden darse situaciones imprevistas donde los inquilinos no puedan hacer frente a alguno de los plazos, y esto provocará que, probablemente, tengamos retrasos a la hora de recibir lo que nos corresponde. Sin embargo, existen algunas maneras de evitar, dentro de lo posible, alquilar a morosos:
- Estudiar la solvencia del inquilino. Es imprescindible antes de firmar el contrato de alquiler, ya que debemos saber si el inquilino podrá hacer frente a la cuota todos los meses. Para comprobarlo, necesitaremos copias de las declaraciones de impuestos, contratos y nóminas del mismo.
- Establecer una fianza. Generalmente esta equivale a una mensualidad (o dos si es un local comercial y no una vivienda), que no será devuelta si el inquilino incumple las condiciones establecidas en el contrato de alquiler.
- Contratar un seguro de alquiler. Existen algunos tipos de seguros donde se cubren sucesos de este tipo, como el impago de las cuotas del alquiler, así como los desperfectos que causen los inquilinos o los gastos de desahucio.
- Incluir un avalista. Junto a la fianza, es uno de los mayores seguros de cara al propietario. Si somos capaces de comprobar la solvencia del avalista y del inquilino, se reducirán drásticamente las posibilidades de impago.
- Usar garantías complementarias. Actualmente y según dictamina la Ley de Arrendamientos Urbanos, los propietarios pueden solicitar una garantía adicional para asegurar el cobro de las cuotas, la cual será, como máximo, de un valor equivalente a 2 meses de alquiler.
Pese a la complejidad de la situación que genera el impago de un alquiler, es importante que no perdamos la calma y llevemos a cabo todos los pasos expuestos anteriormente, con el fin de solucionar el problema por las vías más cómodas. Recuerda que si necesitas administrar tus propiedades de alquiler en Terrassa, te recomendamos contar con los servicios de asesoramiento de nuestros profesionales, expertos en la gestión de propiedades en esta zona.
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